Responsabilidad y esperanza

Responsabilidad y esperanza

Responsabilidad y esperanza – Esteve Enmarcadores

Responsabilidad y esperanza. Son los dos términos que primero se me vienen a la cabeza tal día como hoy 14 de Marzo de 2020 en medio de esta situación nueva y extraña para la que no estamos preparados ni física ni anímicamente. Son momentos nada fáciles ni sencillos. La responsabilidad colectiva sólo se puede conseguir en el momento que se puede sumar la responsabilidad individual de cada uno de nosotros, de cada ser humano y sin resquicios. En cualquier ámbito en que se habla de seguridad y de sus normas, se sabe y está confirmado por la sobrada experiencia de los realmente entendidos y profesionales, que la única manera de que resulte eficaz es que todos, absolutamente todos, y siempre, absolutamente siempre, se aplique desde el primer hasta el último de los puntos establecidos. No sirve hacerlo a medias si se quiere conseguir un buen resultado.

Sabemos que el confinamiento es difícil de llevar a cabo sin más. No es fácil encerrarse en casa y no salir. Las paredes acaban cayéndose encima de uno. Puede ser más o menos sencillo dependiendo de la situación personal, tipo de vivienda y muchos elementos más. Pero nadie ha dicho que fuera fácil.

Hemos puesto esta foto de un detalle de una pintura al óleo. Es una marina sin más elementos que la luz, el aire, las olas y la espuma que producen al romper. Invita a mirar a lo lejos de una manera serena y tranquila. Esa luz del sol que se cuela entre las nubes nos puede sugerir que siempre hay que echar mano de la esperanza de que las nubes y nubarrones acabarán por irse y disolverse en un cielo mucho más claro y despejado.

Por eso es importante quedarnos en casa y poner nuestro grano de arena para evitar que se propague más ese «malbicho» y desaparezca de una vez.

Lo dicho: RESPONSABILIDAD Y ESPERANZA